El pasado sábado, 12 de septiembre, se celebró entre las provincias de Cádiz y Huelva el triatlón de larga distancia Tristar200 Andalucía "Desafío Doñana" que, además del meritorio esfuerzo de los triatletas para completar los 169 kilómetros en bicicleta, cruzar el Guadalquivir a nado durante un kilómetro y acabar 30 kilómetros a pie, contaba con el aliciente de que se convertía en la primera prueba deportiva que atravesaba el Parque Nacional de Doñana.
"Esta playa no se acaba nunca", expresó a su llegada Marcel Zamora, segundo clasificado. Efectivamente, correr sobre fina arena hasta Matalascañas, y con la paliza que se habían pegado hasta ese momento, se antoja toda una proeza que no se atenúa por bucólico que sea el escenario.
El británico Paul Amey y la italiana Martina Dogana fueron los ganadores de esta primera edición. Pero vamos a lo que de verdad importa (ejem), Fran Roales (en la imagen junto al secretario general para el Deporte de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios) hizo las veces de maestro de ceremonias de la competición en una jornada tan maratoniana para él como para los deportistas. Nueve horas como speaker sin relevo alguno y manteniendo la atención de los bañistas que se acercaban a la línea de llegada merecen un reconocimiento.
Dani Quintero, jefe de prensa de la prueba, no sólo cumplió de sobras con sus labores de atención a los periodistas, sino que prodigó en cuantas tareas precisaron de un par de brazos más. Y si hay que empuñar el destornillador, sea.
Antonio Eme se ocupó de dejar constancia de todo ello en los cinco minutos que se privó del chiringuito.
Fantástica jornada deportiva, enorme trabajo el realizado y... ¡qué ricas las sardinitas!
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