Uno pensaba que el Mesón Cinco Jotas, que es un buen sitio donde tomar unas cervezas y unos vinos acompañados de ricos productos ibéricos (o viceversa), o sea, para consumir de pie, era injustamente desconocido a la hora de sentarse a la mesa. Existía la sospecha de que había que rascarse el bolsillo en caso de trasgredir los límites del tapeo. Sin embargo (¡ay, lo que no consiga la crisis!), con el menú a 9,90 euros se está ganando el favor de los que no tenemos nómina ni estómago para salir a festín por día.
Dos menús exprés:
2 botellas de agua 33cl.
1 ensalada de queso fresco
1 gazpacho con guarnición
1 codillo
1 rapit de pavo
1 té
1 descafeinado de máquina
Total (2 personas): 19,80€
Decoración clásica de los mesones Cinco Jotas, en tonos corporativos verdes y amarillos, con mucha madera y la incapacidad de esconder el aire a franquicia o cadena de establecimientos. Eso sí, la exposición de pinturas a la venta ayuda a disimularlo, sin conseguirlo. Deberían vigilar la temperatura del aire acondicionado, pero eso a efectos estéticos es insustancial.
Servicio eficiente en las dos plantas. No dan conversación innecesaria y sonríen lo suficiente. Dos personas se bastan para atender a todas la mesas, que se han ido llenando conforme avanzaban los minutos.
Comida muy suculenta, el terror de los vegetarianos. Con Sánchez Romero Carvajal de por medio podemos esperar grandes productos ibéricos y, hay que ser claros, aquí saben aprovechar bien la materia prima.
Precio muy competitivo. ¿Comida de calidad en generosas porciones por diez euros? Ojalá que dure.
Conclusión: la versión exprés de Cinco Jotas acerca a todos los públicos (sobre todo a los oficinistas del centro de Sevilla) sus jugosas carnes. Habrá que vigilar un poco más los índices de colesterol, pero se asume.
Por ANTONIO EME
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