viernes, 21 de junio de 2013

El sibarita accidental (XIV): Tommy Mel's

viernes, 21 de junio de 2013

Nos invitan a conocer el único Tommy Mel's en Andalucía. No es una inauguración, sino un relanzamiento. La cadena de restauración ha ampliado su oferta gastronómica con más de 25 platos y recetas típicas de los diner americanos. Y la convocatoria prende entre la prensa sevillana, que se vuelca con el espíritu de El gañote vil. Será por esa afluencia que algunos se fueron casi sin probar bocado. El local era fantástico, así que discúlpenlos por todo lo inapropiado que dijeran sólo porque tenían hambre. Y eso me incluye a mí.

1 ración de entrantes variados
1 Mayo Burger
3 Budweiser
1 Mud pie
1 café con leche
Total (1 persona, imposible controlar lo que pidieron los otros 50 invitados): 0€ – por invitación

Decoración centrada en los clásicos diner de los Estados Unidos de la década de 1950. Rock'n'roll, coches clásicos, neón, tonos pastel, el icónico mobiliario que hemos visto en las películas... Muy bien presentado, muy bien vestido. Sin duda, su plato fuerte.


Servicio impotente ante lo que se le vino encima. Por más amabilidad y paciencia que tuvieran, no era suficiente para abarcar lo que exigía la ocasión. Mi compañero de mesa se fue sin pedir el plato principal a las dos horas de haberse sentado. Otro estuvo 2 horas y 40 minutos en la reunión y sí le dio tiempo a pedir, pero finalmente tuvo que marcharse y su hamburguesa tardó 20 minutos más en llegar.

Comida desigual. Empezamos bien con las Sweet Potatos, batata frita con salsa barcacoa. Sorprendente. El mix de entrantes que vino a continuación, el Combo Side, fue normalito. Esperaba mucho de la hamburguesa, pero la Mayo Burger no estuvo a la altura. El pan estaba tan tieso y vacío como parecía, y la mayonesa rebajaba mucho el sabor que se le presumía a la carne en su punto. Fallo mío por no compensar con ketchup y mostaza. Lo mejor fue el postre, el Mud pie, una tarta helada con conguitos y chocolate caliente (ya templado cuando llegó a la mesa). Muy placentero.


Precio igualmente irregular. En esta ocasión no pagamos, pero mirando la carta parece razonable pagar 6 o 7 euros por una buena hamburguesa (si de verdad está a la altura) y desde luego 3,95 por el postre me parece excelente.

Conclusión: un lugar vistoso y cómodo, de los que gusta recomendar. Bonito, con música y de buen trato. Un buen envoltorio que anima a darle una segunda oportunidad al contenido.

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