lunes, 7 de junio de 2010
El sibarita accidental (XI): La Taberna mediática
lunes, 7 de junio de 2010
Tenemos prisa, poco tiempo para el almuerzo, por lo que debemos quedarnos en los aledaños de la Plaza Nueva y encontrar algún sitio donde nos atiendan rápido. Y sin sacrificar una mínima exigencia de buen trato y comida que se pueda comer. No lo dudamos, vamos a casa de Miguel, que siempre nos ha dado buen resultado.
1 tapa de arroz
1 flamenquín de carne
2 solomillos al whisky
1 cocacola
1 botella de agua
Total (2 personas): 12,60€
Decoración reformada para que mantenga el aire añejo, con atrezo rústico y curiosidades por todas partes. El tabernero, Miguel, aparece retratado en fotografías junto a periodistas y futbolistas. Vaya patulea. También exhibe con orgullo algunas críticas gastronómicas que le dedicó el gran José Antonio Garmendia (1932-2007).
Servicio inmediato, exprés. Un hostelero listo sabe que el secreto está en la rotación y aquí no sólo se come bien, sino pronto. Total, como la mayoría de veces comes de pie, pues hasta se agradece.
Comida bastante apañada. Cocina tradicional sevillana y andaluza, pero no como cliché, sino como el tapeo que te has encontrado toda la vida. Carnes, guisos y frituras a punta de pala.
Precio razonable, pero no por culpa de la crisis, que ahora es muy fácil. De siempre se ha comido bien en La Taberna por el precio que no duele pagar.
Conclusión: con pocos metros cuadrados de interior y apenas dos mesas altas en la puerta, llenar ocasionalmente este establecimiento no debería tener mérito alguno. Abarrotarlo todos los días y a casi todas horas (desde el bocadillo de tortilla de patatas en el desayuno hasta la última tapa de la noche) ya da una pista de que algo están haciendo bien. Cercano, económico, bien situado... Lástima no poder sentarse.
Por ANTONIO EME
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